jueves, 10 de abril de 2008

Close Air Support

La guerra comenzó el 22 de septiembre de 1979. Tras varios incidentes fronterizos entre guardias alemanes occidentales y orientales, la crisis comenzó a escalar increíblemente y fue entonces cuando un general norteamericano decidió que una docena de Tu-22 “Blinder” volando sobre el Báltico era una verdadera amenaza y allí empezó todo. Habría que ver si esto no era una maniobra política que salió mal, pero ahora es mi país el campo de batalla, Alemania.

Mi unidad era el LeKG 44, estaba en proceso de transformarse hacia el más moderno “Alpha Jet” para reemplazar a los nobles G.91R/3 “Gina”, pero la guerra cambió los planes y las bajas sufridas durante los primeros días hicieron que los “Gina” se concentraran en mi unidad, y otras aún no convertidas, y los “Alpha Jet” en otras que ya estaban al completo. La situación había sido grave, si bien los “Gina” no escaseaban, nosotros teníamos veinticuatro en nómina de vuelo y trece de reserva. Pero lo cierto es que las bajas eran impresionantes y esa reserva no era tan grande como esperábamos.

Algunas unidades como el LeKG 41 estaban recibiendo aviones “Alpha Jet” producidos en Alemania y Francia, de dos modelos diferentes, en tanto que el LeKG 42 había sido transformada en unidad FAC por los norteamericanos y utilizaba A-37B y algunos G.91T/3, aunque esta unidad, y la LeKG 44, esperaba ser reequipada completamente con A-10A “Thunderbolt”, suministrados directamente desde USA, a partir de mayo.

El 27 de septiembre se nos dio un breve briefing en la sala de pilotos, era una mañana relativamente fresca y pronto corrimos a nuestros “Gina”, seríamos cuatro aviones, los cuáles estaban desplegados en un aeródromo avanzado. La corta caminata hacia los aviones se hizo con un trote rápido, una corta revisión de las aeronaves y ya estábamos en las pequeñas cabinas. Se podía masticar la tensión reinante, se podían ver los rostros serios de los pilotos que me acompañaban. Despegaríamos en parejas, pero la llegada de un avión de enlace británico nos retrasó un par de minutos y al cabo de un instante estábamos en el aire y formándonos.

El vuelo se hizo a baja cota tomando el rumbo previsto, no fue tan largo como previmos, el frente avanzaba rápidamente y pronto tuvimos contacto con el FAC, un norteamericano a bordo de un OV-10 “Bronco” con el indicativo “Cowboy”, para nada original. Nos señaló que una unidad mecanizada avanzaba en la zona Lübeck y que estaba poniendo en serios aprietos a nuestros panzergrenadier en tierra.

Ya prontos a la zona de operaciones, “Cowboy” dictó los últimos datos sobre el avance, al menos un batallón acorazado hacía de punta de lanza con tanques T-55 y T-62, lo cual significaba que eran tropas de segundo escalón. Decidimos que la mi sección atacaría con bombas desde el Este, mientras que la segunda sección atacaría, paralelamente, con cohetes desde el Oeste, con el fin de mantenerles las cabezas gachas. Después cambiaríamos roles.

“Grifo Lead, Cowboy, marco con humo el eje de avance de Este a Oeste…” volví a dar las instrucciones y confirmé al norteamericano.

Tan pronto como arribamos a la zona comenzaron a dispararnos, podíamos ver las trazadoras subiendo y tratando de alcanzarnos, al cabo de unos minutos pudimos observar humo que trepaba en espiral, eran misiles.

“Grifo Tres, Grifo Líder, SAM!!!! SAM!!!!” Pronto se vio la reacción, la segunda sección no rompió el ataque y comenzaron a lanzar sus cohetes contra la formación. Pude verlos ingresar y cómo los cohetes comenzaban a llover sobre los tanques enemigos, con explosiones ahogadas en gran polvareda.

“Grifo Dos, Grifo Líder, ataca mi blanco” Ordené. Pronto estábamos sobre el eje del avance enemigo y “Cowboy” apareció en la frecuencia “Grifo Líder, estás entrando!!!! Es allí!!!!” Pude observar las trazadoras subiendo, e incluso un misil que pasó a mi lado. Cada uno lanzó sus dos bombas de racimo sobre la formación, en corto intervalo y rompimos hacia la derecha. “Grifo Dos” logró evitar un misil con la maniobra, fue algo más bien fortuito.

Volvimos al rasante y nos pusimos en formación, “Grifo Tres” y “Grifo Cuatro” informaron que aún estaban en una sola pieza, así que reorganizamos el ataque, armamos las barquillas SNEB y ellos prepararon las bombas. Nos pusimos en posición y observamos los blancos, las trazadoras continuaban saliendo, nosotros entrábamos desde el Sur, ellos desde el Oeste, el cielo era un infierno de explosiones, humo y trazadoras.

Comenzamos a disparar los cohetes de forma perpendicular a la formación, usé de blanco un tanque comunista, el cual fue alcanzado por varios de ellos, los otros se dispersaron. La segunda ráfaga falló, una de mis coheteras dejó de disparar, la otra lanzó todos sus cohetes y esto produjo una gran vibración en el avión, así como un movimiento horizontal brusco.

Cuando recuperábamos pude observar que la otra sección comenzaba a lanzar sus bombas, pero la cosa no fue bien, “Grifo Tres” fue alcanzado por varios proyectiles y comenzó a echar un denso humo negro. “Grifo Líder, Grifo Tres, me largo, tengo daños…” La frecuencia se volvió loca “Grifo Líder, Grifo Cuatro, Tres se larga y le cubro!!!”, pero la situación ya era complicada, un misil, al parecer un SAM-9 “Gaskin”, explotó detrás de “Grifo Tres” y Hans Rowieski debió eyectarse. “Grifo 4” bajó lo más que pudo y abandonó la zona en rasante.

Viktor y yo continuábamos orbitando en la zona. Me desprendí de las barquillas de cohetes y armé los cañones, Viktor hizo lo mismo. Decidimos lanzar un nuevo ataque, esta vez desde dos posiciones, cruzándonos y utilizando los cañones, pero cuando rompíamos pude observar unos destellos lejanos. Eran helicópteros alemanes orientales, de inmediato fui por ellos y avisé a mi punto.

No había pasado más de un minuto desde el derribo de “Grifo Tres”, y las fuerzas enemigas aún trataban de reorganizarse. Los helicópteros se movían casi a ras del suelo, lo cual me venía bien para poder usar los cañones, que estaban colimados para blancos terrestres. Pronto los tuve en el visor, eran alemanes, pero había un gran Mi-6 soviético en el medio, ese sería mi blanco.

No tardó en llenar mi visor y disparé una corta ráfaga de un segundo contra el aparato. El pesado helicóptero cayó envuelto en humo y girando descontroladamente para estrellarse en el suelo aparatosamente. Las hélices golpearon el terreno y levantaron una gran nube de tierra, pequeñas explosiones se vieron en el choque, pero el aparato no había explotado. “Bravo Grifo Líder!!!!!” – gritó Viktor desde “Grifo Dos” – le has dado de lleno. El FAC americano también exclamó mi derribo “Grifo Lead, Cowboy, tienes uno!!!! Hay más!!!!” Pero pronto la cosa se iba a poner grave.

Cuando puse proa hacia los helicópteros nuevamente, Viktor saltó en la radio nuevamente “Tienes un bandido a las seis!!!! Rompe, rompe!!!!!” De inmediato abandoné el ataque y miré los retrovisores, no vi nada pero me marché de ahí como pude. “¿Viktor me cubres?” – pregunté exaltado – “Negativo, tengo mis propios problemas!”.

Habíamos sido interceptados por dos MiG-21 soviéticos. Pude ver al ruso maniobrando a mi cola en una de mis maniobras, venía pegado al suelo como yo y bastante rápido. Yo me movía tratando de romper contacto cuando vi las trazadoras por encima de mi cabina, una alcanzó la punta del ala izquierda pero, más allá de una fuerte vibración, no sucedió nada.

De inmediato bajé la velocidad como pude, aerofrenos y comencé a trepar. El ruso se pasó de largo y logré safarme, traté de recuperar y decidí que lo iba a derribar. “¿Es que este ruso se cree que no valgo un misil, no me va a tirar con cañones!!!!” pensé. Lo cierto que el ruso sólo tenía cañones, retornaba de una misión de ataque.

El piloto ruso no era ningún novato, apenas me sobrepasó, comenzó a trepar como solo los putos MiG saben hacer. Decidí que era mejor volver a casa y dejar de hacerme el Richtoffen, puse plena potencia y pegado a los árboles traté de escapar, observando los retrovisores y mirando hacia todos lados. Allí estaba de nuevo, venía como una locomotora, perpendicular a mí, y era obvio que me tenía en la mira.

Volví a romper, esta vez hacia la izquierda, poniéndome en rumbo de colisión y en suave trepada. El ruso rompió hacia mi derecha, sabía que estaba buscando atacarme por detrás, por lo que traté de seguirle. “¿Grifo Tres me copias?” Necesitaba que alguien distrajera al maldito ruso y no podía encontrar a Viktor. “Grifo Líder, Grifo Tres, estoy sin combustible y vuelvo a casa…”

Maldita respuesta me dio Viktor, no solo me sentí solo como nunca antes, sino que se me ocurrió mirar el marcador de combustible, estaba casi en cero. Volví mi mente hacia el ruso, lo tenía detrás, decidí hacer un tonel y tratar de romper hacia el Oeste, rogando que el combustible me alcanzara para algo. Lo único que había notado es que no habían trazadoras a mi alrededor, la zona estaba tranquila.

Tan pronto trepé el motor comenzó a toser, perdí potencia y rápidamente empecé a perder velocidad. Le estaba regalando mi avión al maldito ruso. Traté una maniobra más, pero no alcanzó. Sentí un nuevo impacto en el avión, no valía la pena quedarse allí, al menos yo podría salvarme, así que me eyecté sin más. Mi “Gina” echaba humo, señal de que fue alcanzado repetidas veces tras mi eyección, y terminó estrellándose. El ruso pasó triunfalmente por arriba de la explosión de mi avión.

Yo caí en un bosque, con un tobillo lesionado traté de caminar, pero solo pude llegar a una ruta comarcal, no me di cuenta lo cansado que estaba. Horas más tarde fui rescatado por un helicóptero norteamericano, ya durante el anochecer. Desde un aeródromo avanzado me llevaron a Bélgica, de allí a Londres y luego, Estados Unidos, allí me repondría y comenzaría a adiestrarme en los A-10 recientemente adquiridos. Ye tendría tiempo de revancha.

No hay comentarios: